En el post anterior te presente el cuento
El cóndor y el sol
Ahora una parte del cuento, El Cóndor y la muerte.
La luna y el sol estaban peleados
por eso el cóndor no podía
ver a su amada luna.
¿Dónde estás luna?
Te necesito
La luna a lo lejos le dijo:
Desde aquella tarde en que me
interpuse entre tú y el sol, el astro
rey esta molesto conmigo
y no me quiere iluminar
ahora se esconde detrás
de la Tierra.
Pero no te preocupes
yo estoy contigo donde
quieras que tu vuelo te lleve.
–¡Te amo luna!
–le contestó el cóndor y
resignado de no poder
verla se fue volando.
De pronto el cóndor escuchó lamentos
en la espesura del bosque.
¿Quién llora? ¿Quién se lamenta?
–Preguntó el cóndor pero
no tuvo respuesta.
De pronto escuchó:
–¡Qué desgraciada vida la mia!
Nadie me quiere, nadie.
Todos me odian y espanto a la gente.
Mi solo nombre da miedo. He visto
los hombres más fuertes arrodillarse
suplicantes a mis pies al verme.
–¿Quién habla? –preguntó el cóndor.
Se escuchó un llanto ahogado
y el cóndor bajó al llano pero no
encontró a nadie, vio en la penumbra
algo moverse. No tenía cara ni cuerpo
alguno era solamente una sombra. Pero
los lamentos venían de aquella mancha
negra que se arrastraba y parecía jalar
una pesada carga. De pronto
la sombra le dijo:
–No preguntes quien soy.
No lo querrás saber
El cóndor sintió pena y le dijo:
–No puedo verte bien porque la noche
sin luna es tan oscura pero no llores
nada puede ser tan malo.
Todo en esta vida
tiene solución.
–Ay cóndor tu inocencia me
conmueve. No sabes nada.
Yo no tengo paz porque a mi paso dejo
llanto y dolor. Soy la encargada de
llevar las almas al otro mundo,
allá donde solamente puedes
llegar conmigo.
–¿Qué dices?
¿Cuál otro mundo?
Y por qué lo haces.
¿Quién eres o qué eres?
Si no me lo dices
me iré y te dejaré –le dijo
el cóndor algo asustado.
©ontinúa
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