jueves, 23 de marzo de 2017

El cóndor y la luna... Cuentos Formativos 1






Un cóndor salió en busca de
aventuras y en la noche oscura
a la luna se encontró, entonces
de muy mal talante le dijo:

–¡Sal de mi camino luna
entrometida!

La luna calmada
le contestó:

–¿Es eso lo que
quieres cóndor?
–¡Sí es eso!
–irreverente replicó el cóndor
para luego seguir alardeando:

He dejado atrás las montañas
más altas y los Andes se han
inclinado ante mi. Y yo ni siquiera
me esforcé al cruzarlos.


–No me digas –contestó la
luna con una sonrisa.

–Tal y como te lo cuento.
Aires calientes de los
desiertos se han abierto ante mis
enormes y negras alas y ni los
helados vientos del norte han
detenido mi camino.

–No me digas –volvió a decir la
luna con sarcasmo.
–Parece luna entrometida
que no sabes quien soy.
¡Mírame!
–y el cóndor en hermoso
vuelo parecía estar suspendido
en los aires sin hacer
esfuerzo alguno.


–No lo voy a negar.
Tu vuelo es maravilloso cóndor
pero no eres agradecido con tu
manto divino, más bien
engreído y petulante diría
yo –le dijo la luna
algo molesta.


–¿Quién eres tu para
juzgarme y menos para
interrumpir mi ruta?
Desaparece de mi vista y
deja que pase –le increpó el cóndor. 

–¿Quién soy yo?
Soy la luz de la noche.
Y en mi larga vida he visto
cientos como tu, altivos, los de
cabeza y cuello desnudo con
plumaje negro azulado.
Y aunque no lo creas
terminaron perdidos en la
espesura de las tinieblas.

Ese collar y gran franja blanca
en tus alas que hoy ostentas te lo
puse yo para que recuerdes que
deambular en las tinieblas del
orgullo no conduce a
ningún lugar.


©ontinúa...
Amazon y Createspace

El siguiente cuento:
El cóndor y el sol





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