La confesión es un acto tan personal. Muchas veces damos vueltas para hacerla porque algunas personas no consideran abrir su corazón a un sacerdote, otras tienen vergüenza, otras simplemente lo dejan pasar. Y hoy en día la vida corre tan rápido. Atrás quedaron las amenazas de infundir un gran temor a Dios para conseguir el acercamiento. Hoy es todo lo contrario, el pensar en la Misericordia Divina nos acerca cada vez más. Hoy hay muchos cambios para bien de todos en el camino de fortalecer la fe. No me gustaría dar una imagen de santurrona ni sermonear, simplemente quiero decirles que la fe, cura y acompaña a quien la tiene y el acercamiento a Dios, es decir la comunión nos hace llevar una fuerza interior realmente bella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario