Acabo de regresar de mi paseo matutino con Helga, mi perra y veo en la calle varias personas preparándose para el partido desde muy temprano con camiseta blanca y roja incluída, así como numerosos policías que darán la seguridad necesaria. Más adelante veo al conductor de una camioneta de la municipalidad comiendo una contundente sopa con fideos, frente al parque mientras escucha el radio con comentarios del partido Perú Colombia. Inmediatamente me puse a pensar en la responsabilidad de nuestro equipo nacional. En verdad, no se nada de fútbol pero por lo visto en partidos anteriores siempre me queda el sabor amargo de ver algunos jugadores desalentados para jugar. Parece que no tuvieran la garra necesaria aun bajo circunstancias adversas a equipos de mayor envergadura física y competitiva. Por días escucho la ausencia de varios jugadores que por alguna razón no van a participar en este encuentro contra Colombia. Lamentaciones van y vienen y no dejo de pensar que un equipo es un equipo son dos manos unidas, no dedos. A mi me parece perfecto que cada quien defienda su opción a participar o no. No vayamos ya desde adelantado con la moral baja antes de empezar porque algunos no van a participar. Bueno a que viene todo esto. Yo dentro de mi ignorancia futbolística pienso que nuestro equipo esta arrastrando muchos partidos perdidos por falta de preparación, ya que notoriamente por los resultados los equipos de competencia han demostrado ser mejor. También tengo en cuenta que en nuestro elenco hay jugadores brillantes como así lo han demostrado en partidos jugados por equipos ajenos a la blanca y roja. Entonces ¿Cómo podemos exigir o pretender ganar este encuentro? ¿Con qué nueva arma o estrategia contamos? Para mi aquí lo único que nos va a ayudar es el factor personal de cada uno de nuestros jugadores. La garra que todo ser humano lleva dentro. La lucha y esfuerzo por conseguir nuestras metas. Ese ardor en el corazón que vence adversidades, sacando una fuerza sobrenatural que no impulsa a la meta.
Hace unos meses una prima mía colgó en el Facebook unas fotos sobre su viaje a Paracas, y dentro de ellas había unas muy buenas y comentadas sobre el inmenso esfuerzo que hizo una foca para subirse a una roca. Y no es tan fácil como parece. Cada milímetro de roca fue ganado a punta de esfuerzo. empeño y ganas de alcanzar la cima. ¡Esa es mi campeona! Y esos serán los campeones del Perú. No los que simplemente jueguen el partido, sino los que la luchen, la suden y le peguen las ganas de un encuentro tan importante para un pueblo que ansía verlos dar todo lo que puedan dar. Yo no pido que ganen, yo pido al igual que todo el Perú que la luchen como muchas veces hemos visto por ejemplo a Paolo Guerrero crecer con la bicolor.
Un caluroso ¡ARRIBA PERÚ! para todo nuestro equipo y no se olviden de nuestra campeona La foquita.
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