Introducción de Triátomo, Teoría Hipocartesiana Cuántica de la Santísima Trinidad

  

Se fue la luz de mi habitación por un apagón y esa oscuridad alumbrada con velas me invito a pensar. ¿Qué pasa cuando la verdadera luz, tu luz interior está tenue? Cuando la luz que verdaderamente alimenta y te hace crecer en lo que verdaderamente vale no te importa o no te detienes a pensar. Estas preocupado en lo que vives el día a día, en el tiempo que no tienes para dedicarlo a profundizar en tu interior porque está ocupado con otras cosas más importantes, al menos eso pensamos. Ahora que estoy desconectada del mundo, pienso en la introducción de Triátomo, Teoría Hipocartesiana Cuántica de la Santísima Trinidad (aunque el nombre suene aparatoso y ostentoso tiene su razón de ser). Esta vez, no le voy a decir, mi libro porque no es mío, es de todos. Un nombre bastante ambicioso, pero así de grande es lo que me he propuesto hacer por una promesa al cielo que hice cuando mi madre falleció y agradecí a Dios por una enfermedad grave que ella no padeció y por la paz espiritual que sentí a pesar de su ausencia que no puedo explicar. Y ese bendito día parada en una iglesia ofrecí lo que no sabía que ofrecía. Algo que no sabía y que nunca había pensado. Porque las cosas han sucedido cronológicamente desde que empecé a hacerlo, los libros leídos, mensajes de texto, videos fueron llegando a mí sin pedirlo, aunque es también cierto que no todas las ideas que obtenía han sido escritas exactamente en el momento que los he escuchado o leído. Es decir, las dudas que generaban los hechos los he ido salvando de acuerdo al desarrollo del libro y también sirvieron los datos almacenados en la memoria, esa que parece estar dormida, pero no lo está.

Soy editora hace más de 25 años, he editado cientos de libros de otros autores (http://bepafel-design.blogspot.com/2011/02/trabajos-realizados.html#.YDL-VmO2250) y también de mi autoría. Pero nada es parecido o superior a lo que esta edición de tres libros ha hecho en mi vida. Nada.

Hoy ya puedo ofrecer el primer tomo de dos más que estoy trabajando. Al principio pensé que 280 páginas eran suficientes, pero no lo son. Por eso son tres libros, una trilogía. No podía ser de otra manera tratándose de la Santísima Trinidad.

Ahora viene lo lindo llegar a Dios no puede ser sino de una manera limpios de alma como los niños. Es por ello que este libro se ha realizado ilustrado a manera de cómic y cuyos personajes principales son niños y un bibliotecario carismático y sabio. No lo tomen como algo infantil porque no lo es. Los pensamientos son profundos y para llegar a comprender vamos a armar un rompecabezas de muchas piezas que van encajar perfectamente en el entendimiento del dogma de la Santísima Trinidad.

Los invito a bajar al llano, a ensuciarse los zapatos, a abrir la mente, a encontrarse con su ser interior, a vivir de verdad, a amar, a filosofar con los grandes maestros, a compartir y sobre todo, a regar esa semilla que está en nuestro interior y que crecerá sin lugar a dudas como si tuviera levadura para llenarnos de alegría y compañía porque no estamos solos. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nos acompañan porque son parte nuestra. Quien piense que esta solo y que todo lo puede no ha descubierto aún la verdad que Jesús trajo al mundo.

Creer o no creer es opción de cada uno. Simplemente este libro quiere sembrar la duda para que investigues, te retes y encuentres respuestas.

Para terminar un agradecimiento enorme a todos los que de una manera u otra han contribuido a esta entrega. La ciencia y la fe son dos líneas paralelas que nunca se podrían unir, pero lo hacen. Todos los textos científicos han sido tomados de profesionales y doctores en la materia. Yo soy un medio y conozco mis limitaciones. Aunque el ego tiene sus artimañas cuando crees que resolviste el misterio porque tu eres capaz de hacerlo, en ese momento pisas tierra y dices: Vanidad absurda que te crees tu mentira, abre los ojos y agradece a Dios los dones que te ha dado y deja de desperdiciar tus talentos que llegará el día en que habrás de dar cuentas de lo que pudiste hacer con ellos por intermediación del Espíritu Santo, quien te habla desde el hipocampo de tus sueños y da luz a tu desvarío de creerte lo que no eres.