Contarle un cuento a un niño es abrirle una puerta grande hacia la creatividad y si es de valores será atesorado como parte primordial en su formación integral. En este post un bello cuento para inculcarles el valor de la educación, compartan con sus niños el libro de valores de Paquito.
Una liebre, un erizo, un gorrión, un pez, una serpiente, una ardilla y un pato fueron escogidos como profesores del colegio de los animales. Todo iba bien hasta que tuvieron que ponerse de acuerdo en cuál era el curso más importante...
Los flamantes profesores se pusieron fácilmente de acuerdo sobre la organización de la escuela. Sin embargo, al llegar al programa de estudios, cada uno propuso cursos que eran imprescindibles, según ellos. No obstante, sus ideas eran bastante opuestas.
-Yo opino que correr debe ser una asignatura obligatoria -aseveraba la liebre. -De ninguna manera. En cambio, sí lo debe ser el vuelo, ese debe ser el curso principal -contradecía el gorrión.
-No hay nada mejor que la autodefensa. ¡Escúchenme, sé de lo que hablo! -afirmaba el erizo.
-Nadie puede negar la importancia de trepar a los árboles -decía la ardilla mientras era interrumpida por el pez: -¡La natación, señores! ¡La natación! -Todos están equivocados.
El principal curso debe ser el arte de arrastrarse -decía la serpiente mientras se deslizaba intrépidamente entre todos ellos, jactándose de su habilidad.
Y así, todos querían que su curso propuesto constara en el programa como el más importante. Finalmente, para no defraudar a nadie, optaron por declarar obligatorias todas sus especialidades. Una comisión de alumnos pidió a los profesores que hicieran una demostración para probar que era posible para ellos aprender de sus habilidades.
Aceptada la propuesta, la liebre se lanzó a correr. Lo hizo de maravilla, pero, cuando intentó volar, se rompió muchos huesos. Y dejó las clases toda magullada y adolorida.
En cambio, el gorrión fue sobresaliente en la prueba de vuelo, pero por poco se ahoga cuando se lanzó a nadar y tuvieron que ayudarlo a salir del agua.La ardilla rescató a la serpiente que se quedó atascada cuando intentaba saltar un arbusto.
Y así, uno a uno, fueron fallando en su intento de hacer lo que no era su especialidad. Frente a este fracaso, los alumnos se retiraron y el colegio se cerró. Tiempo después, otros profesores se pusieron de acuerdo para fundar otra escuela donde la educación se realizara a partir de lo que los alumnos pueden y necesiten. Esta escuela, como es obvio, se llenó de estudiantes. o podemos exigir a los demás que tengan algunas habilidades que otros tienen por su naturaleza.
Nosotros también debemos saber de lo que somos capaces, no obstante, eso no quiere decir que si no podemos hacer algo, debamos sentirnos mal. Todos tenemos inteligencias para desarrollar. Algunos seremos artistas, otros serán músicos, matemáticos, futbolistas o escritores, lo que se conoce hoy en día como las inteligencias múltiples.
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