Sobre estas líneas, mi sobrina Chloe. Tiene unos ojos de mirada profunda y adormilados que son una belleza. Hoy quise pintarla y logré dar con su yo interior. Esa mirada que parece estar preguntándote y a la vez traslucir esa inocencia de su edad, como si quisiera decirte que ella ya lo sabe. Algo que para cualquier pintor es muy gratificante. Un punto fuera de su sitio y la expresión puede cambiar y hacernos sentir muy mal, ya que el retrato es muy difícil, aun siendo de niños.
¡Espero les guste tanto como a mi!
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