Luego de que Akiro destruyera al enorme dragón, el pueblo lo vitorea agradecido.
-¡Viva! ¡Hurra! ¡Estamos salvados! ¡Gracias, samurai!
De pronto en la casa del abuelo de Akemi, Akiro despierta de su gran aventura, cuando...
-Akiro, Akiro..., despierta.- le dice el abuelo mientras lo mueve suavemente con la mano en el hombro.
-Ahh... ¡Qué ocurre!- dice al levantarse Akiro, quien se siente muy extraño.
-¡Santo cielo! ¿Qué me ha ocurrido? ¡Soy una mujer!- grita desesperado.
Akiro está espantado. Sin saber cómo, se encuentra en el cuerpo de una niña, Akemi.
Ante la mirada extraña del abuelo, Akiro le dice:
-¡Dígame, ¿qué ha pasado?!
La niña le exclama: -Akemi, ¿qué haces aquí?
Akiro mortificado le responde:
-¡Yo no soy Akemi! ¿Qué me has hecho?- le increpa al abuelo de Akemi. Esta historia continuará...
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