Aquí comparto mis ideas, mis libros y mi alegría de crear.
Undécimo día de Adviento – Certeza
La palabra del día es certeza.
Moisés anima al pueblo antes de entrar a una nueva etapa. No dependerán de su propia fuerza: Dios mismo va delante de ellos. Su presencia es la seguridad que sostiene, guía y libra del temor.
“El Señor va delante de ti.”
Deuteronomio 31:8
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Décimo día de Adviento – Paciencia
La palabra del día es paciencia.
Dios le habla a Habacuc en medio de la espera y le recuerda que sus planes llegan en el momento preciso. Aunque parezca tardar, Su tiempo es perfecto y Su palabra se cumple.
“Mi tiempo es perfecto…
Aunque tarde, espéralo; ciertamente llegará.”
Habacuc 2:3
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Noveno día de Adviento – Descanso
La palabra del día es descanso.
El salmista reconoce que la verdadera paz no viene de las circunstancias, sino de confiar en Dios. Dormir en paz es fruto de un corazón que se sabe cuidado y sostenido por Él.
“En paz me acuesto y así mismo dormiré…”
Salmo 4:8
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Octavo día de Adviento – Luz interna
La palabra del día es luz interna.
Jesús recuerda a sus discípulos que su vida debe reflejar la luz de Dios. No es una luz propia, sino la que nace de Su presencia en nosotros. Esa luz guía, anima y da testimonio aun en medio de la oscuridad.
“Ustedes son la luz del mundo.”
Mateo 5:14
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Séptimo día de Adviento – Camino
La palabra del día es camino.
La Biblia nos enseña que Dios guía y afirma cada paso. Proverbios recuerda que quien sigue la sabiduría avanza con firmeza, y el Salmo 91 muestra la seguridad de vivir bajo la protección del Altísimo. Caminar con Él es caminar seguro.
“Tus pasos serán firmes.”
Proverbios 4:12
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”
Salmo 91
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Sexto día de Adviento – Fortaleza
La palabra del día es fortaleza.
El salmista habla desde la experiencia de sentirse débil, pero también de haber visto a Dios responder. La fuerza que él proclama no viene de sí mismo, sino del amparo de Dios que protege, sostiene y vuelve firme el corazón.
“El Señor es mi fuerza y mi escudo.”
Salmo 28:7
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La palabra del día es alegría.
Pablo escribe a una comunidad cansada y perseguida. En medio de sus pruebas, les recuerda que la verdadera alegría no depende de lo externo, sino de la presencia constante de Dios que sostiene y renueva el corazón.
“Alégrense siempre.”
1 Tesalonicenses 5:16
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Cuarto día de Adviento – Paz
El mensaje del papelito de hoy es paz.
Jesús habla a sus discípulos en medio de la inquietud. Ellos no entienden lo que viene, pero Él les entrega una paz diferente, firme, que no depende de las circunstancias. Es la paz que llena y calma el corazón.
“Mi paz les dejo, mi paz les doy.”
Juan 14:27
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Tercer día de Adviento – Confianza
El mensaje del papelito de hoy es confianza.
Dios habla a un pueblo que se siente débil y temeroso. Les recuerda que no caminan solos: su fuerza sostiene, su mano guía y su presencia quita el miedo. Confiar es descansar en Él.
“No temas, porque yo estoy contigo.”
Isaías 41:10
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Segundo día de Adviento – Promesa
El mensaje del papelito de hoy es promesa.
Dios recuerda a su pueblo que Él no abandona su obra. Aun en tiempos de cansancio o confusión, su voz vuelve a levantar nuestra fe: lo que Él anuncia, Él lo cumple. Su promesa es vida nueva.
“He aquí que yo renuevo todas las cosas.”
Apocalipsis 21:5
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Primer día de Adviento – Esperanza
El mensaje del papelito de hoy es esperanza.
Isaías anunció esta luz muchos siglos antes del nacimiento de Jesús. El pueblo vivía en incertidumbre y oscuridad, pero Dios prometió que llegaría un Salvador para devolverles rumbo y consuelo.
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz.”
Isaías 9:2
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Caminando en el parque grabé este video: una niña jugando con una mariposa. La mariposa se posó tres veces en su mano, como si reconociera la inocencia y la ausencia de amenaza. Me alegró verlo. Me recordó que los humanos estamos conectados con la naturaleza desde el principio.
Es un momento para reflexionar: cada gesto que reduce energía, evita tóxicos y frena nuestra huella de carbono ayuda a que esa conexión siga viva. Nuestra convivencia con la naturaleza es, literalmente, nuestra forma de sobrevivir.
Una linda noticia les quiero anunciar. Como les conté en el post anterior, el gran artista Conrad Flores pintó esa puerta especial para que yo tenga un lugar donde alegrar a las personas que reciban la Palabra en mensajes muy breves durante esta preparación para la venida de Jesús, en este tiempo de Adviento.
Cuando Conrad llegó a la casa le grabé dos videos muy simpáticos mientras los hacía e inmediatamente los subí a mi página de Pexels, que ya tiene más de 5,000,000 de vistas y más de 40,000 descargas.
Lo interesante es que, cuando Pexels te envía un correo felicitándote, significa le han puesto una estrella a tu trabajo porque les parece muy interesante. Eso hace que el video pase a la página principal, donde entra mucha más gente. Y desde ahí, el video empieza a escalar. ¡Estos dos video que puse recién tienen una semana y ya pasan las 40,000 vistas!!!
Muy agradecida con el arte que me entregó CONRAD FLORES, un artista espectacular. Lo pueden ver haciendo click en las fotos... ENJOY!
Con el optimismo a flor de piel por el regalo de la casita de Adviento, se me ocurrió pintar un smile recordando mis épocas de Editora Leo, cuando una tarde, con una lata de pintura, hice la silueta de un smile rojo que alegraba la oficina. La gente se extrañaba de ver un smile estilo callejero en una oficina de edición, y además enorme, del tamaño del círculo que podía trazar con todo el brazo.
La puerta de mi departamento es de metal y compré tres latas de pintura. No había el rojo que quería, así que usé plata, blanco y un ocre metálico. El resultado que buscaba —un smile saliendo radiante del caos— no salió. Solo quedó el caos.
Entonces recordé que, hace unos cinco años, había contactado al genial artista Conrad Flores. Eran ya las doce y media de la noche cuando intentaba arreglar lo que había pintado, hasta que decidí llamarlo. Y, por esas cosas de la vida, quedamos en vernos al día siguiente.
El resultado fue ese maravilloso collage de smiles que ahora me alegran cada vez que salgo o paso por ese pequeño espacio. Era el punto perfecto para mis presentaciones de “el mensaje del día por Adviento”. Cada día en Facebook publico una frase interpretada desde lo que voy aprendiendo, descubriendo o simplemente se presenta, y todo va tomando un sentido muy armonioso. Cada día abro el cajoncito correspondiente en la casita de Adviento que ya les mostré en el post anterior, y de ahí nace el mensaje que comparto.
Ahora estoy en el cajoncito del octavo día de Adviento, y lo voy a publicar con su video en los siguientes posts para compartir este propósito: llevar un mensaje para quien el destino coloque aquí. Si estás leyendo esto, es porque puedes continuar esta cadena y vivir esta Navidad de una manera nueva.
Que el amor misericordioso de Jesús nos ilumine para crecer en espíritu y recibir al Niño con la alegría que da caminar con Él.
Comparto las fotos de lo vivido, con gran alegría y con este hermoso renacer que Dios ha puesto en mi camino. ENJOY!
Un día antes de comenzar el Adviento, esa fecha tan entrañable para esperar la venida de Jesús, mi hijo me regaló una casita con pequeños cajones para guardar lo que quisiera. Pensé: “¿Y si coloco pensamientos con la Palabra?”. La idea fue creciendo: “¿Y si publico cada día un video en mi página de
A veces tocan a tu puerta y no notas que las cadenas que nacen del amor comienzan a crecer. Así fue. Esa casita fue el inicio hermoso de lo que está ocurriendo ahora. Y ya les iré contando qué sucedió después.
Descubre Capiverso: Valores
Un libro único que despertará en los niños el amor por lo bueno, lo noble y lo verdadero. En este reino encantado, los capibaras enseñan a los pequeños, a través de historias llenas de ternura y aventura, el valor del respeto, la responsabilidad, la amistad y muchos otros principios que los acompañarán toda la vida.
Regálale a tu hijo, nieto o sobrino la oportunidad de crecer con un libro que deja huella.
Capiverso no es solo un cuento: es una guía para formar el corazón.
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Se fue la luz de mi habitación por un apagón, y esa oscuridad, apenas alumbrada por velas, me invitó a pensar. ¿Qué pasa cuando la verdadera luz, tu luz interior, está tenue? ¿Qué ocurre cuando la luz que realmente alimenta y te hace crecer en lo que verdaderamente vale deja de importarte, o cuando no te detienes a pensar en ella? Estás preocupado por lo que vives en el día a día, en el tiempo que no tienes para dedicarlo a profundizar en tu interior, porque ese tiempo está ocupado con otras cosas que creemos más importantes, al menos eso pensamos.
Ahora que estoy desconectada del mundo, pienso en la introducción de Triátomo: Teoría Hipocartesiana Cuántica de la Santísima Trinidad (aunque el nombre suene aparatoso y ostentoso, tiene su razón de ser). Esta vez no voy a llamarlo “mi libro”, porque no es mío: es de todos. Un nombre bastante ambicioso, pero así de grande es lo que me he propuesto hacer por una promesa al cielo, hecha cuando mi madre falleció y agradecí a Dios por la grave enfermedad que ella no padeció y por la paz espiritual que sentí, a pesar de su ausencia, y que no puedo explicar.
Y ese bendito día, parada en una iglesia, ofrecí lo que no sabía que ofrecía: algo que no había pensado jamás. Las cosas han sucedido cronológicamente desde que empecé a hacerlo: los libros leídos, los mensajes de texto, los videos fueron llegando a mí sin pedirlos. Aunque es cierto que no todas las ideas que obtenía fueron escritas en el momento en que las escuché o leí, las dudas que generaban los hechos las he ido resolviendo a medida que el libro se desarrollaba. También me sirvieron los datos almacenados en la memoria, esa que parece dormida, pero no lo está.
Soy editora desde hace más de veinticinco años. He editado cientos de libros de otros autores (http://bepafel-design.blogspot.com/2011/02/trabajos-realizados.html#.YDL-VmO2250) y también obras de mi autoría. Pero nada es parecido ni superior a lo que esta edición de tres libros ha significado en mi vida. Nada.
Hoy ya puedo ofrecer el primer tomo, de dos más en los que estoy trabajando. Al principio pensé que 280 páginas serían suficientes, pero no lo son. Por eso son tres libros: una trilogía. No podía ser de otra manera tratándose de la Santísima Trinidad.
Ahora viene lo lindo: llegar a Dios no puede ser sino de una manera limpia de alma, como los niños. Por ello, este libro se ha realizado ilustrado a manera de cómic, cuyos personajes principales son niños y un bibliotecario carismático y sabio. No lo tomen como algo infantil, porque no lo es. Los pensamientos son profundos y, para llegar a comprenderlos, vamos a armar un rompecabezas de muchas piezas que encajarán perfectamente en el entendimiento del dogma de la Santísima Trinidad.
Los invito a bajar al llano, a ensuciarse los zapatos, a abrir la mente, a encontrarse con su ser interior, a vivir de verdad, a amar, a filosofar con los grandes maestros, a compartir y, sobre todo, a regar esa semilla que está en nuestro interior y que crecerá sin lugar a dudas, como si tuviera levadura, para llenarnos de alegría y compañía, porque no estamos solos. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nos acompañan porque son parte nuestra. Quien piense que está solo y que todo lo puede no ha descubierto aún la verdad que Jesús trajo al mundo.
Creer o no creer es opción de cada uno. Este libro simplemente quiere sembrar la duda, para que investigues, te retes y encuentres respuestas.
Para terminar, un agradecimiento enorme a todos los que de una manera u otra han contribuido a esta entrega. La ciencia y la fe son dos líneas paralelas que nunca podrían unirse, pero lo hacen. Todos los textos científicos han sido tomados de profesionales y doctores en la materia. Yo soy un medio y conozco mis limitaciones. Aunque el ego tiene sus artimañas: cuando crees que resolviste el misterio porque tú eres capaz de hacerlo, en ese momento pisas tierra y dices: «Vanidad absurda, que te crees tu mentira: abre los ojos y agradece a Dios los dones que te ha dado y deja de desperdiciar tus talentos. Llegará el día en que habrás de dar cuentas de lo que pudiste hacer con ellos por intermediación del Espíritu Santo, quien te habla desde el hipocampo de tus sueños y da luz a tu desvarío de creerte lo que no eres».
Capiverso – Valores es mucho más que un cuento: es la puerta a un adorable reino capibara donde los valores florecen en cada página.
Este universo está protagonizado por capibaras, esos animalitos entrañables que los niños adoran en todo el mundo por su ternura, simpatía y naturaleza pacífica. Elegidos como personajes centrales por su conexión emocional con los más pequeños, los capibaras de Capiverso encarnan virtudes, conflictos y enseñanzas que los niños comprenden con alegría y asombro.
A través de 28 relatos cuidadosamente escritos, los lectores descubrirán una tierra habitada por personajes inolvidables: el rey Valiente I, la reina Hermosura, el sabio bibliotecario Sabiol y el hada Buenabuena, quienes representan valores como el amor, la voluntad, el perdón, la generosidad y la esperanza. También conocerán a la bruja Malamala, símbolo de la oscuridad que solo los valores pueden vencer.
Este libro está diseñado para niños a partir de los 8 o 9 años, aunque también puede ser disfrutado por lectores más pequeños acompañados de sus familias. Padres, madres, docentes y abuelos encontrarán en él una herramienta preciosa para educar en valores mientras se comparten momentos de lectura afectiva y significativa.
Las ilustraciones, de estilo clásico y mágico, evocan la belleza de los cuentos de siempre y enriquecen la experiencia con escenas llenas de luz, emoción y ternura.
Si este libro logra tocar tu alma —o la de tus pequeños lectores—, una valoración sincera será siempre bienvenida. Tus comentarios ayudan a que más familias y educadores descubran Capiverso, y apoyan este proyecto para que siga creciendo y llevando valores a más niños en el mundo.
Capiverso – Valores:
un libro que deja huella,
una semilla de luz,
y 28 razones para creer en la bondad.
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