Estuve en la cafetería de Gianfranco y me encontré con Yanet Minchola, me contó que había estado en la procesión y había logrado tomar una linda foto del Señor de los Milagros. Al verla me gusto mucho porque esta muy nítida y se la pedí para publicarla y poder compartirla con todos ustedes, con cada uno de ustedes quienes acuden todos los años en el mes de octubre a visitar al Cristo de Pachacamilla.
Hay tanto que agradecer y no somo capaces de darnos cuenta que estamos bendecidos desde el momento que tenemos Fe, esa fe que nos da consuelo, que nos acompaña y que nos fortalece en muchos momentos. Hoy estamos en un mundo donde pocos creen, donde la juventud desdeña los valores y las creencias, pero no todo esta perdido hay que ir en busca de la ovejita negra e intentar llevarla al rebaño, y si son más ovejitas negras tendremos más trabajo pero aunque una de ellas encuentre el camino ya habremos hecho mucho.
Efectivamente se fue el mes morado pero al Cristo de Pachacamilla lo encontramos todos los días en las Nazarenas y lo que es mejor en cada acercamiento a Dios, en cada plegaria, en cada levantada de cabeza al cielo, porque siempre va a estar allí donde lo necesitemos para darmos ese amor eterno.
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